Todavía recuerdo mi última cláusura de primaria. Fué en Diciembre del ´76 en el
colegio Antartida Argentina del pueblo de Norberto de la Riestra (pcia. de Bs As).
Para variar siempre la hacíamos al final de la tarde y ya casi entrada la noche.
Todo el pueblo se dividía para asistir a los 3 colegios que habían. El patio
se llenaba de luces y sus paredes mostraban figuras y adornos multicolores de toda
clase. Se comía choripanes y panchos, y se tomaba FANTA en litros. Era todo
un acontecimiento que marcaba una época especial en el año.
A su turno, cada aula ejecutaba un acto. Por lo general eran danzas típicas
en la que necesariamente llevabamos disfraces o la ropa apropiada para la
ocasión. Todos salíamos con nuestras parejas a demostrar cuanto habíamos
aprendido a identificarnos con nuestro país...bailándolo....
Para quienes cerrabamos el año de escuela era una especie de frontera
temporal entre el invierno y el verano, entre la época de los deberes
y la libertad. Al fin y al cabo, después de la clausura extenderíamos
cada tarde de fin de semana, en las que abundaban los juegos y las
bicicletas, al resto de días de trabajo mientras el pueblo entero se sumía
en el sopor de una siesta a 30ºC o, aguardaríamos las 3 después del
almuerzo para meternos en alguna pileta.
No recuerdo nunca que la despedida escolar haya tenido algo que ver con
la navidad: Ésta, nos resultaba un tanto ajena y por demás lejana en
aquellos días en que recibiamos los boletines de notas y archivabamos
nuestros guardapolvos.
El sabado 1º, mi hija de 4 años participó en la clausura de su Jardín de
Infantes. Su primera clausura escolar!!. Debo reconocer que también la
mía después de muchos años. Un poco ajeno a lo que Jackie me
adelantaba sobre la participación de Lea en la actuación de cierre como
cantante; me sorprendí cuando la vi disfrazada con ropa de papa noel.
Por un momento me sentí confundido y pensé en si se trataba de la
clausura de clases o del saludo navideño, pero cuando vi a los
compañeros de mi hija caí en la cuenta de que habían mezclado
ambos acontecimientos.
Lo cierto es que Lea, disfrazada de papa noel -al igual que otras
compañeritas- salió al escenario bailando y cantando en un inglés
de 4 años a 1/4 de lengua. No le entendía mucho. Debo confesar que
no me interesaba tampoco. Yo estaba preocupado, diría ensimismado
en otra. Me quedé estúpido desde el fondo del auditorio filmándola y
tratando de captar los pequeños detalles de su gracia femenina y su
particular coquetería. De hecho: BABEABA con cada uno de sus
movimientos y el corazón me latía a mil... Después de más o menos
5 fugaces y tiranos minutos en el escenario, se acabó la música,
Lea se quedó inmóvil y segundos despues movió sus manos para
decirnos chau.
Terminada la actuación con música villansicana de fondo, nos
reunimos en los jardines de la Municipalidad. Todas las madres y
padres se perdían en un mar de cámaras y flashes intentando
documentar el tamaño de sus hijos para dar fe, 3 meses después
y verano de por medio, sobre quien creció más y quien está
más llenit@.
Mi hijita, la hijita de papá, la grácil cantante sobre el escenario
andaba jugando con una de sus amigas. Corría por todos lados y
saltaba cuanto arbusto se le cruzara, subia escalones y los
bajaba, nuevamente, saltando. Su mamá la llamaba para pedirle
una foto en medio de geranios, chifleras y ficus enanos. Todo
bien hasta que se apareció un galán, Claudio; queriendo posar
junto a ella para una foto.
Me tocó la peor parte: ...tomarles las fotos... juntos y
abrazados. Mientras lo hacía vi a mi hija grande, independiente,
casada, terriblemente lejos de mi y cerca de un advenedizo
llamado Claudio que posaba desafiandome. Quería tirarle la
cámara y zas!!...se acabó la fiesta.
Me saqué el lente del ojo derecho y vi bien la escena:
-... aún tengo para trece años más, pense aliviado, e
inmediatamente descubrí que la cuenta regresiva ya había
comenzado.
Camino a casa mientras mi esposa hablaba se me ocurrió:
-...igual da... todavía quedan muchas clausuras para disfrutar....
Las clases aún seguirán hasta el 14 y, el miercoles 19 tendremos
reunión con Miss Mónica, la profesora de Lea en el "Blue Class"
para saber cómo le fue a mi hija en el 2007.
Deberé tener un nudo hasta entonces?. Otro día les cuento.
colegio Antartida Argentina del pueblo de Norberto de la Riestra (pcia. de Bs As).
Para variar siempre la hacíamos al final de la tarde y ya casi entrada la noche.
Todo el pueblo se dividía para asistir a los 3 colegios que habían. El patio
se llenaba de luces y sus paredes mostraban figuras y adornos multicolores de toda
clase. Se comía choripanes y panchos, y se tomaba FANTA en litros. Era todo
un acontecimiento que marcaba una época especial en el año.
A su turno, cada aula ejecutaba un acto. Por lo general eran danzas típicas
en la que necesariamente llevabamos disfraces o la ropa apropiada para la
ocasión. Todos salíamos con nuestras parejas a demostrar cuanto habíamos
aprendido a identificarnos con nuestro país...bailándolo....
Para quienes cerrabamos el año de escuela era una especie de frontera
temporal entre el invierno y el verano, entre la época de los deberes
y la libertad. Al fin y al cabo, después de la clausura extenderíamos
cada tarde de fin de semana, en las que abundaban los juegos y las
bicicletas, al resto de días de trabajo mientras el pueblo entero se sumía
en el sopor de una siesta a 30ºC o, aguardaríamos las 3 después del
almuerzo para meternos en alguna pileta.
No recuerdo nunca que la despedida escolar haya tenido algo que ver con
la navidad: Ésta, nos resultaba un tanto ajena y por demás lejana en
aquellos días en que recibiamos los boletines de notas y archivabamos
nuestros guardapolvos.
El sabado 1º, mi hija de 4 años participó en la clausura de su Jardín de
Infantes. Su primera clausura escolar!!. Debo reconocer que también la
mía después de muchos años. Un poco ajeno a lo que Jackie me
adelantaba sobre la participación de Lea en la actuación de cierre como
cantante; me sorprendí cuando la vi disfrazada con ropa de papa noel.
Por un momento me sentí confundido y pensé en si se trataba de la
clausura de clases o del saludo navideño, pero cuando vi a los
compañeros de mi hija caí en la cuenta de que habían mezclado
ambos acontecimientos.
Lo cierto es que Lea, disfrazada de papa noel -al igual que otras
compañeritas- salió al escenario bailando y cantando en un inglés
de 4 años a 1/4 de lengua. No le entendía mucho. Debo confesar que
no me interesaba tampoco. Yo estaba preocupado, diría ensimismado
en otra. Me quedé estúpido desde el fondo del auditorio filmándola y
tratando de captar los pequeños detalles de su gracia femenina y su
particular coquetería. De hecho: BABEABA con cada uno de sus
movimientos y el corazón me latía a mil... Después de más o menos
5 fugaces y tiranos minutos en el escenario, se acabó la música,
Lea se quedó inmóvil y segundos despues movió sus manos para
decirnos chau.
Terminada la actuación con música villansicana de fondo, nos
reunimos en los jardines de la Municipalidad. Todas las madres y
padres se perdían en un mar de cámaras y flashes intentando
documentar el tamaño de sus hijos para dar fe, 3 meses después
y verano de por medio, sobre quien creció más y quien está
más llenit@.
Mi hijita, la hijita de papá, la grácil cantante sobre el escenario
andaba jugando con una de sus amigas. Corría por todos lados y
saltaba cuanto arbusto se le cruzara, subia escalones y los
bajaba, nuevamente, saltando. Su mamá la llamaba para pedirle
una foto en medio de geranios, chifleras y ficus enanos. Todo
bien hasta que se apareció un galán, Claudio; queriendo posar
junto a ella para una foto.
Me tocó la peor parte: ...tomarles las fotos... juntos y
abrazados. Mientras lo hacía vi a mi hija grande, independiente,
casada, terriblemente lejos de mi y cerca de un advenedizo
llamado Claudio que posaba desafiandome. Quería tirarle la
cámara y zas!!...se acabó la fiesta.
Me saqué el lente del ojo derecho y vi bien la escena:
-... aún tengo para trece años más, pense aliviado, e
inmediatamente descubrí que la cuenta regresiva ya había
comenzado.
Camino a casa mientras mi esposa hablaba se me ocurrió:
-...igual da... todavía quedan muchas clausuras para disfrutar....
Las clases aún seguirán hasta el 14 y, el miercoles 19 tendremos
reunión con Miss Mónica, la profesora de Lea en el "Blue Class"
para saber cómo le fue a mi hija en el 2007.
Deberé tener un nudo hasta entonces?. Otro día les cuento.
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